martes, 14 de febrero de 2017

miércoles, 1 de febrero de 2017

Bathhouse smooth fuck o cómo me iba preparando para conocer los saunas de Barcelona






  Durante mi estancia en Barcelona estuve revisando constantemente los distintos locales de ambiente, saunas y bares que me ofrecía la ciudad. La variedad quizás no sea tan amplia como en Londres o Berlín, pero para mí, un tío que apenas se estaba iniciando en frecuentar estos sitios era algo completamente novedoso.

 
Ya había frecuentado en varias ocasiones el Cine Arena y si bien me la había pasado mola que mola, al igual que el Duque de Alba había días francamente aburridos.  Sin embargo, yo ya había pillado en la web algunos sitios como el Bruc, el Erotixx y el Blue-Star. Aunque me emocionaba la idea, esperaba tener algún bajón de trabajo, pues cuando me voy de saunas prefiero dejar el día completamente libre para ello. En cambio al Cine Arenas al igual que hacía en Madrid en el Cine Duque de Alba, con algunos minutos libres, podía entrar, dejar que me comieran la polla, devolver el favor y comer pollas, correrme y listo. A casita o vuelta al curro, todo dependiendo de los ritmos.
 
No había tenido ninguna pareja-mujer estable desde Anna, la chica de la selección española de nado sincronizado. Fue una relación intensa pero que no duró más de seis meses. Sus compromisos deportivos y mi disposición horaria no coincidían. Mi lado gay jamás se vió perturbado por ella, pues no coincidíamos realmente y siempre tuve tiempo de buscar una mamada en el Duque de Alba o buscar a quién follarme en el sauna Octopus o uno que otro magreo en The Cage. Todo esto hasta que llegué a Barcelona.

Vivir sólo en Barcelona y con bastante disposición de tiempo para recorrer los baños saunas de la ciudad, me permitió descubrir un mundo nuevo. Ciertamente, después de una intensa rutina de visitas, uno va descubriendo los mejores horarios para ir a follar. Vas reconociendo y haciendo amiguetes habituales, de esos que ya sabeís que me los puedo encontrar varias veces y en ocaciones se prestan a dar una mamada sin esperar mucho tiempo. Mi ojete ya había sentido el placer de varios miembros viriles. Mi boca había comido ya cualquier cantidad de pollas. En mi pecho se habían corrido cualquier cantidad de tíos con sus distintas cantidades y calidades de lefa. Me estaba preparando para lo mejor.